Federación Española de Mahjong

El Mahjong en España

Anuncio de Jabón Flores del Campo, usando el Mahjong como reclamoEl Mahjong llegó a España, como en muchos otros países de Europa y los Estados Unidos, en la década de 1920. Entonces se conocía como Mah-Jongg. Llegó primero a la ciudad de Manila, en Filipinas, entonces capital del Imperio español en Asia y Oceanía y centro de las actividades españolas en el lejano oriente, y después a Madrid, donde su práctica explotó en popularidad en 1924, siendo mencionado como el nuevo juego de moda en muchos periódicos y revistas de ese año, como La Época y El Imparcial.

En 1925 se publica en España la traducción del libro "Foster on Mah Jong", titulado "Mah Jong - Con el código americano de leyes para todas las formas del juego". La edición de 1926 del famoso "Almanaque Bailly-Baillière - Pequeña enciclopedia popular de la vida práctica", una especie de agenda, calendario y enciclopedia de conocimientos generales y entretenimientos de edición anual, también incluye una descripción de 4 páginas de las reglas del Mahjong.

En un principio, el juego del Mahjong era un juego aristocrático y diplomático, formando un tándem con los otros dos juegos sociales de la aristocracia: el bridge y el póker. Probablemente se debiera al elevado precio de los juegos de fichas, fabricadas en un principio de bambú y hueso o incluso marfil (estas últimas costaban miles de pesetas que, en aquel momento, valían 3 veces más que el euro actual). Era bastante habitual que en las revistas de la época se promocionara el Mahjong como uno de los conocimientos deseados para las "señoritas".

Crónica del ABC de Febrero de 1925Crónica del periódico ABC de Febrero de 1925, en el cual se hacía eco del éxito de la llegada del Mahjong a España.

Tan alto estánding tenía el Mahjong en 1925 que, el 15 de junio de ese año, se montaron varios mesas de Mahjong en el Palacio del Cervellón de Madrid para celebrar su restauración, en las cuales jugaron los Reyes de España: Alfonso XIII y Victoria Eugenia, el Príncipe de Asturias, el infante Alfonso, la duquesa de Medinaceli, la duquesa de Montellano y las condesas de Villanueva y de Yebes, entre otros.

No obstante, este privilegio no duró eternamente: algunos fabricantes españoles se lanzaron a fabricar, en lugar de importar, sus propios juegos hechos de madera, baquelita o pasta de celulosa, con precios asequibles de entre 10 a 40 pesetas (de 30 a 120 €). En 1928, el juego era ya jugado por un amplio sector de la población española y era, incluso, el tema central de, al menos, una obra de teatro y un sainete.

El Mahjong, tal y como empezó a jugarse en esta década en España, no era diferente al Mahjong que se jugaba en Londres, París y Nueva York (las otras tres capitales donde el juego hizo furor), y se corresponden a las reglas definidas por R. F. Foster, coincidentes con lo que hoy conocemos como las Reglas Clásicas Chinas, basadas principalmente en valor de combinaciones y multiplicadores de jugadas.

Aunque gozó con un nivel de seguimiento espectacular, su práctica decayó rápidamente a partir de 1930, muy en línea con los otros países donde se puso de moda, y se detuvo por completo al estallar la Guerra Civil Española. En el resto de occidente, el estallido inmediatamente posterior de la II Guerra Mundial también contribuyó a la decadencia de la práctica de este juego, que quedó ya reservado para círculos muy minoritarios de público general. No obstante, siguió teniendo un número decente de seguidores en el litoral español, especialmente en la Comunidad Valenciana y en Cataluña. En 1952, el Ateneo Mercantil de Valencia recuperó su sede, hasta entonces ocupada por el gobierno franquista, y habilitó una "Sala del Mah-Jong" para la continuación de la práctica del juego. Tan sólo un año después, Luís Prats Verdú, vicesecretario segundo del Ateneo, publicaba un libro sobre el juego cuyo título completo era "Reglamento Completo de Mah-Jong, de todas sus distintas modalidades, adaptado a nuestro temperamento deportivo, con análisis de las leyes oficiales del código americano de Mah-Jong, con adición de jugadas y conteos nuevos.", que ponía de manifiesto una determinada evolución en la forma de jugar al Mahjong, aunque bien es cierto, siendo basado principalmente en las mismas reglas de Foster de la década de 1920. Casi simultáneamente, el Mahjong también comenzó a jugarse con asiduidad en Barcelona y en otras localidades a su alrededor.

Esta continuidad no evitó, sin embargo, la tendencia a la baja de la práctica del juego. Hacia 1980, aproximadamente, el Mahjong dejó de jugarse habitualmente y no existe constancia de la supervivencia de organizaciones en España que promocionaran la práctica del juego. Esta situación se mantuvo hasta el inicio del siglo XXI; en realidad, muy a la par con el resto del mundo: en China, el juego seguía prohibido y prácticado solo en la intimidad; en Japón, la llegada de los videojuegos apartó de la aficción a toda la nueva generación de jóvenes, y en el resto de occidente, la práctica del juego se mantenía en un letargo o era asociado como un juego de mayores, como ocurría en EEUU.

Con la llegada de Internet, llegaron nuevos jugadores, pero estos ya no jugaban a las antíguas reglas que se jugaban en España, sino mayoritariamente a las Reglas de Hong Kong, mucho más populares fuera de nuestro país, y cuya información era mucho más fácil de encontrar. En general, estos nuevos jugadores se encontraban aislados entre sí, formando como mucho pequeños círculos de amistad o, como sucedería años más tarde con las Reglas de Riichi, jugando exclusivamente a través de Internet.

Hubo algunos intentos de promocionar el juego a través de Internet, más allá de los círculos de amistad, como fué el grupo "Amics del Mah-jong de Barcelona" promovido en el círculo Católico de Gràcia, en Barcelona, en el año 2000 y el grupo "Amigos de Mayón en Salamanca", en el año 2004; sin embargo no fue hasta el año 2006 cuando se funda la primera asociación moderna de Mahjong en España: la Asociación "Los 13 Huérfanos", en Murcia, que sigue activa en la actualidad. "Los 13 Huérfanos" fue, de hecho, asociación fundadora de la Federación Española de Mahjong. Inicialmente empezaron jugando a una versión que denominaron "Reglas Españolas Modernas", basadas en las Reglas Clásicas Chinas, pero muy modernizadas, con la incorporación de la mayoría de jugadas modernas (como Siete Pares y Mano Verde), pero pronto empezaron, como el resto de Europa a jugar a las Reglas de Competición de Mahjong promovidas por la Asociación Europea de Mahjong (EMA). En el año 2008, la Federación Española de Mahjong ingresa de manera oficial en la EMA y, tan sólo un año después, en 2009, se celebra en España el primer torneo español de Reglas de Competición de Mahjong.

Primer logotipo de la Federación Española de MahjongPrimer logotipo de la Federación Española de Mahjong.

La existencia de la Federación Española de Mahjong supuso un punto de inflexión en la práctica del juego en España. Aunque tímida y humildemente, existía por primera vez, desde hacía muchas décadas, una organización capaz de aglutinar a los nuevos jugadores interesados y, de hecho, promovió y alentó la fundación de distintas asociaciones que, en sus localidades, trataron de fomentar la práctica del Mahjong, con un conjunto de reglas unificado al calor de los movimientos internacionales de promoción del juego. Así, entre los años 2012 y 2013 se fundaron las asociaciones "Los Tres Dragones" en Puzol, Valencia y "Águilas y Dragones", en Águilas, Murcia. En el año 2015 se funda "Mahjong Madrid" en Madrid, en el 2017 "Mahjong Valencia" en Aldaia, Valencia y en 2018 "Alicante Mahjong Club", en Almoradi, Alicante. También en el año 2018 es cuando se celebra, por primera vez, un torneo español de Reglas de Competición de Riichi.

En la actualidad, la Federación Española de Mahjong sigue siendo una organización pequeña y humilde, sobre todo comparada con las organizaciones nacionales homólogas de Europa, pero sus expectativas son grandes, aspirando a seguir siendo el gérmen de nuevas asociaciones que lleven la práctica del juego a todos los rincones del país.

Referencias